Soledad!

Esta gélida noche de insomnio, combinada con la voz del silencio que asalta el lugar y con la ausencia de cualquier tipo de entres además de mí; me recuerda ese...como describirlo…esa sensación de soledad, ésa que todos llegamos a ha experimentar alguna vez. Una soledad que perfectamente ocupa muchos significados o formas de verla, unos la acogen en su lecho como su amiga, hay otros que se enamoran de ella, y otros mas que…la buscan en momentos claves; por otro lado los que la “odian” y le huyen de manera impresionante, le temen y detestan sentirse atrapados por su sortilegio.

Soledad! No simplemente sentirse solo, sino también, conseguir paz física y social (pero ¿cuál sociedad?), una que te ayuda a pensar y aclarar muchas cosas por mas oscura que ésta sea.

Confiarse de ella puede conllevar a la traición de la misma. Hay que saberla tratar, aprender sus mañas, sus trucos y sus enredos. En limitadas raciones. Y no volverla una necesidad, su opaca llama vacía te consumiría hasta volverte más que un intolerante y un caso aparte en la comunidad. Verla por el lado negativo y estar en disgusto o en contra de ella no garantiza que en algún momento vas a caer en su magnificencia, sin motivo alguno.

Misteriosa, cruel y despiadada soledad, unos te ven como un reto, un obstáculo!; otros mas como su objeto de placer, llena de sufijos y muchos mas calificativos; solo se que para mi eres una clase de mágico momento, pues cuando te busco, sin tener oídos has escuchado todas mis quejas, suplicas, reclamos, hasta mis recuerdos y secretos; sin tener boca me has aconsejado y sin tener confianza me has permitido estar a tu lado; sin yo tener dinero me has brindado un pasaje de ida y regreso a un mundo donde puedo vivir mis sueños y fantasías…Donde nada tiene limites y donde pedo ser y pensar lo que yo quiero ser. Tú me conoces a la perfección y llegas en el momento mas adecuado.

Soledad, mi gran acompañante, eres parte de mi vida, pero ahora es el adiós, tal ves un “hasta pronto”; desde siempre supe que habían seres que permitían sentir un éxtasis mayor al que tu me causaste alguna vez.

No te abandono porque admiro tu presencia, tan solo ahora te reemplazo en gran parte por seres maravillosos que son reales y conviven conmigo creando lazos sociales, esos que en la vida muchos buscan y pocos consiguen, lazos cuyo poder es tan grande que me atrevo a decir que desafía el poder de cualquier otro. Me permito avanzar por diferentes proporciones entre tú y mi nueva, antigua y siempre presente compañía.

A muchos les deseo algún momento conocerte de verdad pero a muchos mas les deseo también encuentren un lugar donde piensen en ellos y puedan llamar hogar.