En tus manos llegaré a estar...

Aquí yacen héroes, villanos, ricos y pobres; yacen los cuerpos de quienes alguna vez pisaron estas tierras y ahora simplemente se esfumaron. La angustiante y frívola parca llegó y se los llevo con esas…sus delgadas y finas manos. Arrebató sus almas sin previo aviso.
¿Acaso se puso a pensar si tenía alguno muchas cosas o por el contrario no tenía nada? O ¿Acaso vio lo bueno o malo, lo mucho o poco que aprovechó este ciclo que llamamos “vida”?
Simplemente al llegar el momento, sin discriminar, clasificar o juzgar hizo aquello para lo que vive en este mundo. Cumpliendo su deber.
Con nada llegamos y con nada nos vamos – dijo una vez un sabio y cercano pariente – lo único que de verdad vale es el alma, espíritu o como lo deseen llamar, esa parte que no vemos pero sentimos dentro de cada uno.
¿Cómo es que nos preocupamos por ganar dinero, tener una casa con tantos lujos o cosas tan mundanas y “falsas”? Las pruebas deben superarse y aprender de ellas, liberarse de tantos caprichos para al final satisfacer ese pedazo inmortal, que a fin de cuentas es lo que muestra la felicidad y la alegría de conseguir – o lograr- algo.
Quien robó un trofeo, ¿De verdad es un ganador?
Hay que sentirse orgulloso del objetivo cumplido, del sueño alcanzado, luchado y en el que de veras nos tuvimos que “poner las pilas”. La muerte viene de una vez y viene por un todo, viene rápidamente y ataca al que le tocó. Si nada más se va con nosotros, por qué no dejar una huella, un motivo por el cual ser recordado o sencillamente una “herencia” a los más allegados.
Será que si es así, o simplemente me pregunto yo demasiadas cosas.
Será que esta vida tiene un significado más ameno que la contra a la muerte.
Tan solo espero llegar al final de mi camino con una sonrisa en mi rostro con sabor a victoria, a “lo logré”, con un gracias por todo, un hasta la próxima vez - si la hay - y un saber que aunque tal vez no hice todo lo estipulado – porque nunca es suficiente -  pero si mil y un caprichos que pequeños o grandes trajeron algo a mí y a mis cercanos compañeros. Pueda al fin yo descansar “en paz” como dicen por ahí.