Un juego nada mas

Y si, llegó la hora cero y las ansias dominaban hasta lo mas profundo de mi ser. Por fin vería a mi amor, mientras esperaba afuera solo tarareaba canciones que se han dedicado miles y quizás millones de veces en su nombre.
Los nervios dominaban la zona pues era un gran reto pero que carajos, tenía que tener fe.
Todo empezó tan rápido que apenas pude reaccionar, sentir tantos corazones unidos en un solo canto, un solo sentimiento, una nueva ocasión. Oh! esos son los jugadores, esos que veía cada vez por la pantalla pero ahora estaban a unos cuantos metros de nosotros.
Ya entiendo porqué los otros hinchas se hacen en el sur del lugar, independientemente de cómo juegue aquel equipo ellos lo animarán y apoyarán cada instante del encuentro.
¿Qué era eso que en mi se asentaba de a pocos? ¿Por qué de repente sentía palpitar mas fuerte y rápido mi corazón....por qué me estremecí? Ya lo entiendo, era eso, el sentimiento de un hincha, un verdadero placer. 
Sin importar qué hubiera pasado hoy, yo pude saborear en carne y hueso susodicho placer, además de desahogar esa voz dormida en mi que me hacía alentar el equipo en cada momento. Conocer mas de frente esa tierra donde mi corazón debe estar y además de eso poder evidenciar porqué este es el deporte mas visto de todos. 
No es prototipos ni mucho menos, son acciones y pruebas que hablan por si solas, te atrapa y te envuelve y cuando menos piensas eres otro, te dejas llevar y esa ola de sensaciones se apodera de ti.

Hoy vi jugar a mi equipo, en vivo y en directo, mi alma vibró como nunca antes y disfruté al máximo el cotejo. 
Tristeza se apodera mientras ve goles y goles que no son precisamente a favor, desespero, agonía y hasta rabia por no ver lo que se espera. Un solo gol hizo rugir el león conformado por todos los que estaban en el estadio. No esperamos nada solo ver lo que mejor saben hacer y nosotros darles lo mejor de nosotros.
Pareceremos idiotas idolatrando a gente que no sabe que existimos pero así mismo pasa con la música, tienes un ídolo aquí también que por mas que no sepa de ti, tu sabes lo que es capaz de generar en tu vida y por eso es que estamos así.
Al final si, el equipo perdió pero valió la pena venir desde tan lejos, esforzarme tanto para preparar esas dos horas de juego que vería. Todo al final valió la pena y no me arrepiento ni un poco de haber luchado tanto por poder estar presente en este clásico tan importante.
Que orgullo portar esa casaca y ser fiel seguidor del club, uno conformado no solo por los jugadores sino también por cada parte que vive y sueña con él.
Puede que parezca una hazaña mas que contar en un futuro pero yo la llevo cada imagen en mi mente y cada sensación sus repercusiones en el corazón.
Solo me despido diciendo que viva el fútbol y que viva el sentimiento que viene con él.
Gracias por el maravilloso encuentro y que vengan muchos mas en el futuro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario