Ella

Como todos los días Blad salió de su trabajo y se trasladaba en su vehículo hacia su casa; pasando  por la playa. Aquella donde cada tarde podía observar el maravilloso ocaso que ofrecía la naturaleza. Ese que te saca una sonrisa por mas malo que fuera el día y que impone la majestuosidad del mundo frente a ti.

Pero hoy fue diferente, Blad quería parar y nadar  un rato, despejar su mente y des estresarse un rato de la presión de la ciudad, en las claras aguas saladas que se tornaban un color naranja a esta hora del día.

Parqueo el carro a la orilla de la carretera y bajo una toalla y unas sandalias para la ocasión. "Que desperdicio de belleza, la mejor hora del día y la playa sin un alma" pensó mientras se disponía a partir.

Justo cuando iba  dar el primer paso en la arena, vio una sombra a lo lejos...era una sombra femenina.

Inmediatamente subió su mirada para ver de quien se trataba, pero como se encontraba frente a la luz solar, no pudo sino observar su silueta y su larga cabellera que parecía una intensa llamarada de una tonalidad color rojo.

Cuando se dio cuenta ya estaba caminando hacia ella...Estaba inmunizado, atónito. Su corazón se acelero y respiraba mas a prisa cada vez, sus nudillos se apretaron y estaba muy inseguro de qué hacer.
Ella también lo observaba y a su vez se volteaba hacia el gran azul...como invitándolo a que la siguiera.

Blad pudo distinguir su brillante sonrisa y par de grandiosos ojos color gris como el acero. Era Perfecta....simplemente no se podía describir con mas palabras.

Hasta que poco a poco se fue difuminando en el horizonte como si nunca hubara estado allí....así como el sol se oculto de nuevo. 

Una extraña y helada brisa golpeo salpicando a su vez algunas gotas de agua salada...Borrando las huellas que aquella maravillosa dama había marcado.

Parpadeo un par de veces y despertó de su estado volviendo a la normalidad.

¿Seria un espejismo, una ilusión o aquella mujer era real? Solo sabía que de aquí en adelante tenia alguien que buscar, alguien que tal vez lo esperara igual y haya sentido lo que el sintió hace unos instantes y que nunca había percibido antes.

Ya estaba muy tarde para nadar y mejor volvió a su auto y rumbo a su nuevo destino...su mujer amada.