Vale la pena soñar?


Vale la pena entrar en lo más profundo de tu mente: Donde todo es posible, donde están tus fantasías, ideas y sensaciones que lo más probable es que no fueron nunca al mundo exterior...y alterar la realidad conocida para moldearla y crear una completamente tuya?
Seguro que lo mas practico en esto es que podrás aprender a diferenciar entre el mundo fantasioso del real.
Jugar con la mente es algo divertido y misterioso a la vez, nunca se sabe que resultara de ello en ese momento que se reposa. Tan solo dejarse llevar por la sintonía del disco duro de tu cuerpo, disfrutar u horrorizarse por lo que pueda ocurrir.
Soñando se libera la mente de todo lo que se filtro durante el día, se libera lo que paso por ella en cualquier momento, allí es cuando se llega al verdadero descanso.
Pasar un rato en el lugar donde las fantasías progresan y se desarrolla gran parte de la imaginación puede ser agradable, pero como todo en la vida es mejor tener el límite para no llegar al punto de depender cien porciento de ello. 
Eso no significa que no se deba soñar, ya que uno de los secretos del universo proviene de esto...busquemos la respuesta en lo que menos ponemos cuidado: la mente! los sueños! el subconsciente! Lo que ocurre en el interior esta ligado a lo que acontece en el mundo exterior...Sabiendo controlar las emociones y sensaciones y toda clase de pensamientos que llevas, para plasmarlos en la gran obra de la realidad.
Algo curioso es que mientras estas al tanto de todo lo que pasa allí...todos los que intenten entenderla nunca lo lograrían ya que cada cual habla con sus propias experiencias y sacarían siempre falsas conclusiones aunque sean las mas claras y puras para ellos.
Tal ves soñar te ilusione o te despierte pero algo es seguro; nadie podrá controlarte ni entenderte si tu no lo permites...Porque tu manejas tu mente y tu realidad y tus sueños...a todo tu antojo. Funciona, escúchala y podrás triunfar.
Ahora pregunto...¿¿¿Vale la pena soñar y conocer mas a fondo tu mente???

2 comentarios:

  1. Vale la pena por supuesto. No hay nada mejor que perderse en la travesia de la mente, sobre todo cuando nos encontramos lejos.

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