Cuento corto 4

Esa presion la esta matando, desea hacer muchas cosas pero no sabe como hacer ninguna, a media noche llega su marido ebrio e intenta agredirla, alterada despierta de su "mundo",  escapa de sus manos y huye a la cocina. El la sigue y ella en un extraño reflejo coge un cuchillo y se lo entierra en el pecho...pronto él siente que se queda sin aire y que un dolor profundo, muy profundo se apodera hasta paralizarlo en el piso.

Ella reacciona de su actual estado de paranoia y ve lo que acaba de hacer...Su esposo, a quien entrego su vida y corazon, ahora se encuentra en el piso de un hogar que construyeron juntos...agonizando y a punto de morir. Es su culpa y no sabe que hacer; lo levanta y acomoda en sus piernas tratando de hablarle...pero siente un nudo en la garganta que ahoga sus palabras y no sale ningun sonido de su boca, atemorizada y atonita espera que el hable...Con dificultad él menciona unas palabras "Te--am-o y Te perdo-no"...pronto se creo un mar de lagrimas en su agresora...con su ultimo impulso acaricia su mejilla y cierra sus ojos...Murio, y todo fue su culpa...Frustracion, impotencia, rencor consigo misma, una mezcla de estados y sentimientos que es imposible de describir.

Ahora se levanta y toma una sabana para cubrirlo y llevarlo a su cama...Al amanecer se arreglo, escribio una carta y la dejo sobre la mesa de noche.

Tomo una soga y la anudo a su cuello, dejandose caer y morir, sabia que el lugar al que iba a ir no era el mismo que iria su marido, pero creia que era lo "correcto" pagar de esa forma por lo que cometio. Se salio de sus manos y no tenia forma de volver atras o de avanzar bien. Sus pasos en falso la asficciaron y ahora creia q era su fin.

El camino del cobarde, pero el camino del arrepentido para ella...Su suicidio no devolveria la vida a su amado pero si calmaria un poco su tortura interna de ser quien en realidad lo mato, pronto su aire se va y voltea la mirada hacia su esposo envuelto en la sabana cubierta de sangre...una lagrima mas corre por su rostro y cae al suelo.
Y ahora...